Picante y salud digestiva: lo que dice la ciencia sobre sus efectos en dispepsia, úlceras y síndrome de intestino irritable
El picante aporta sabor y cultura a la cocina, pero en personas con dispepsia funcional, úlceras o síndrome de intestino irritable puede intensificar los síntomas digestivos. Descubre sus efectos reales, mitos y recomendaciones para un consumo seguro.
El picante: placer gastronómico con impacto en la digestión
El picante forma parte esencial de muchas culturas culinarias, gracias a su sabor característico y a su componente activo: la capsaicina, presente principalmente en los chiles, ajíes y pimientos picantes.
Si bien el picante no es por sí mismo la causa de enfermedades gástricas como las úlceras, estudios recientes demuestran que puede agravar los síntomas de ciertas patologías digestivas, especialmente en personas con dispepsia funcional, úlceras gástricas o síndrome de intestino irritable (SII).
Según datos de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO), los trastornos funcionales digestivos afectan hasta a un 20 % de la población mundial, lo que hace relevante conocer los efectos de ciertos alimentos —como el picante— sobre estas condiciones.
Dispepsia funcional: cuando comer produce malestar
La dispepsia funcional es un trastorno gastrointestinal crónico que se caracteriza por:
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Sensación de plenitud rápida o saciedad temprana.
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Dolor o ardor en la parte central y superior del abdomen.
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Hinchazón abdominal y malestar postprandial (después de las comidas).
Investigaciones han demostrado que la capsaicina del picante puede estimular receptores nerviosos gástricos, provocando mayor ardor, plenitud y hasta náuseas en quienes padecen este trastorno.
Por ello, se recomienda limitar o evitar el picante en personas diagnosticadas con dispepsia funcional.
Picante y úlceras gástricas: mito y realidad
Es frecuente escuchar que el picante causa úlceras de estómago, pero los expertos aclaran que las principales causas de las úlceras gástricas son la infección por Helicobacter pylori y el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno y aspirina.
No obstante, aunque el picante no origina las úlceras, puede irritar la mucosa gástrica y empeorar el ardor y el dolor en personas que ya las padecen.
En estos casos, los gastroenterólogos aconsejan evitar el consumo de alimentos picantes hasta que las lesiones estén controladas y curadas.
Picante y síndrome de intestino irritable (SII)
El síndrome de intestino irritable (SII) es otro trastorno digestivo funcional frecuente que provoca dolor abdominal, hinchazón, diarrea o estreñimiento.
Algunos estudios han relacionado el consumo habitual de alimentos picantes con un aumento de los episodios de dolor, ardor abdominal y malestar intestinal en pacientes con SII.
Por esta razón, se sugiere moderar o eliminar el picante de la dieta en personas con este diagnóstico, siguiendo siempre las indicaciones de un nutricionista especializado en salud digestiva.
Beneficios potenciales del picante en personas sanas
Para quienes no presentan patologías digestivas, el consumo moderado de picante puede aportar beneficios respaldados por la ciencia:
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La capsaicina tiene propiedades analgésicas y antioxidantes.
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Se ha vinculado con leve aceleración del metabolismo y aumento de la termogénesis.
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Puede contribuir a la sensación de saciedad al estimular ciertos receptores en el sistema nervioso.
El secreto está en moderar la cantidad y observar la tolerancia individual.
Recomendaciones para un consumo seguro de picante
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Consulta con un médico o nutricionista si padeces dispepsia, SII o úlceras gástricas.
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Modera la cantidad de picante si notas ardor, hinchazón o molestias digestivas.
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Opta por condimentos suaves (hierbas aromáticas, cúrcuma, jengibre) como alternativas.
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Evita consumir picante en ayunas, ya que puede incrementar la irritación gástrica.
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Mantén una alimentación equilibrada y variada para cuidar la salud digestiva en general.
Conclusión
El picante es un alimento culturalmente valorado y, en personas sanas, puede integrarse en la dieta sin problemas.
Sin embargo, en quienes padecen dispepsia funcional, síndrome de intestino irritable o úlceras gástricas, su consumo puede intensificar los síntomas digestivos y empeorar el malestar.
La personalización de la dieta y el acompañamiento profesional son fundamentales para encontrar el equilibrio entre el disfrute culinario y el cuidado de la salud digestiva.
Nota importante: En Nutri Paraguay no vendemos productos, dietas ni ofrecemos consultas médicas. Si necesitas asesoramiento para adaptar tu alimentación según tu salud digestiva, visita nuestra Guía de Nutricionistas certificados por Nutri Paraguay, donde encontrarás especialistas capacitados para orientarte.
